miércoles, 2 de mayo de 2012

41 Finalmente, el final.

Desembarcar en Venecia fue un jarro de agua fría, por lo que llovía, y porque suponía el término de esta excitante excursión de casi 6 meses, recorriendo 10 países y más de 25.000 kms.
La última curiosidad del viaje se produjo en la autopista a las afueras de Milán, donde adelanté a otro Land Rover Defender que me llamó la atención por su preparación.
Pero lo realmente sorprendente es que el conductor era Andrea, un fotógrafo italiano con el que coincidimos unos meses atrás en Pushkar, India...!
Él había viajado a India en avión y al ver mi Land Rover se acercó a curiosear y estuvimos charlando un rato.

Esta vez no hubo tiempo para mucho, ni era lugar para entretenerse, pero en el arcén de aquella autopista paramos los coches y Andrea repetía:

- Questo è un miracolo...!

Y así, con un milagro, termina esta historia que estoy seguro no es más que el aperitivo de las que vendrán.

Salud!




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